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Final del Ciclo Formativo Franciscano: "En el Centro de la Navidad"

 

"En el centro de la Navidad" es el título del ciclo formativo organizado por la Hermandad Franciscana del Santísimo Cristo de la Humildad con la colaboración del Padre Domingo Montero OFM Cap.  A lo largo del curso escolar se ha reflexionado sobre el misterio de la encarnación y la natividad de Jesús el Cristo, justamente cuando conmemoramos el 800 aniversario de la primera representación en vivo del nacimiento de Jesús, en el año 1223 por San Francisco , en la italiana ciudad de Greccio. 


    El ciclo comenzó en el mes de diciembre con una fantástica exposición de la genealogía humana de Jesús. La figura de Jesús se inserta en la genealogía humana, aceptando sus luces y sombras, es el Jesús en su dimensión histórica plena. Los evangelistas Mateo y Lucas usan la genealogía humana de Jesús para intentar responder la pregunta ¿De dónde eres? ¿De dónde le viene a éste todo esto que nos cuenta?. 
    El P. Domingo Montero intenta responder a estas cuestiones mediante la comparación de los evangelistas sinópticos Mateo y Lucas que son los únicos que tratan este tema y  sobre los escritos de San Pablo, que no mencionan nada de la infancia de Jesús ni de su nacimiento pero sí subrayan el nacimiento del mismo cristianismo. 

    En cada uno de los encuentros hemos contado con un grupo de hermanos fieles asistentes a estas charlas, disfrutando siempre de las sabias reflexiones del P. Domingo Montero. Como cuando en el mes de febrero la disertación fue sobre el pesebre, cuna de Dios. O en el mes de marzo los protagonistas fueron los pastores de Belén, a los que podemos considerar los primeros evangelistas en proclamar la gloria del Señor. La Navidad es casi una sorpresa, no fue un oráculo solemne. La llegada deJesús fue un autopronunciamiento inesperado. Y los pastores creyeron la buena noticia anunciada por los ángeles sin saber nada más. 

Otro de los protagonitas de las reflexiones del P. Domingo Montero fue San José, de cuya figura no sabemos mucho. San José, el soñador justo. Es curioso como la Bilbia se teje entre sueños y soñadores: Adán, Eva, Abraham, Salomón, los profetas, San José que en sueños recibe el desvelamiento de la identidad de Jesús. Él acogió el misterio y lo integró en su vida. De José , Jesús aprendió a ser hombre.

En el encuentro del mes de mayo la disertación giró en torno a la figura de Jesús como emigrante desde niño. El P. Montero establece un paralelismo entre los relatos que aparecen en el Éxodo y los relatos de Mateo y Lucas. En los relatos evangélicos se establece claramente la relación de Jesús e Israel. Sale de Egipto y se va a Israel. Jesús es el verdadero Israel, el verdadero templo, el verdadero Mesías. Es el hijo llamdo de Egipto, sale del Padre para ir al mundo y volverá al Padre. Es la Teología convertida en Historia. 



Muchos han sido los interrogantes planteados por el P. Domingo Montero a lo largo de sus disertaciones, animándonos a profundizar en el conocimiento de los Evangelios, a detenernos en ellos y hacerlos presentes en nuestro día a día.

El ciclo concluyó el pasado 3 de junio con una reflexión sobre el papel jugado por los padres de Jesús. De José se vuelve a incidir en que es el soñador por excelencia. Sus sueños siempre son de esperanza. José se entrega a los sueños y asume su misión desde el silencio. No conservamos ni una sola palabra de él. Su silencio se hace palabra y su palabra se hace silencio. María es la memoria del corazón. Su presencia fue discreta, sin eclipsar el papel de Jesús. Lo guardaba todo en su corazón. ´
La charla finalizó con un pequeño alegato sobre la importancia de la ciudad de Nazaret, de su propio silencio. Allí es donde Jesús aprendió todo, incluída la opción por los más desfavorecidos, pues Nazaret es una aldea pobre.  Si queremos conocer a Cristo en su integridad hay que partir de su vida en la casa del carpintero de Nazaret.



 Agradecemos sinceramente la generosidad con la que el P. Domingo Montero OFM capuchino ha conducido este ciclo formativo franciscano. Sin su colaboración y erudición no hubiérmos podido llevarlo a cabo.¡Mil Gracias! ¡Gracias también a todos los hermanos que habéis participado!