EL VÍA CRUCIS FRANCISCANO DE JERUSALÉN EN SALAMANCA

En los Estatutos de la Hermandad Franciscana y en relación con los cultos, se contempla la celebración de un Vía Crucis  franciscano durante la Cuaresma. Dada la vinculación de la Hermandad con la Custodia Franciscana de Tierra Santa, celebraremos el Vía Crucis que los PP. Franciscanos rezan por las calles de Jerusalén. Y lo hacemos en jueves, día en el que cientos de peregrinos de todo el mundo, se dan cita en las escuelas musulmanas de Omariye, donde según la tradición estaba la fortaleza Antonia, construida por Herodes, en la que tenía su sede el Pretorio de Pilato. Desde allí, frailes y peregrinos se dirigen por la Vía Dolorosa hasta la basílica del Santo Sepulcro, en el que tienen lugar las 5 últimas estaciones.

Se trata de un Vía Crucis de larga tradición. La peregina española Egeria ya narraba en su diario, a finales del siglo IV, como la Iglesia de Jerusalén se movía con su Obispo por aquellos alrededores, leyendo la Escritura, cantando himnos y salmos y haciendo oraciones. Siglos más tarde los franciscanos fijaron los lugares conmemorativos y se trazó lo que en el siglo XVI se conoció como "Vía Dolorosa", con las diferentes estaciones del piadoso ejercicio, en las que resulta fácil abstraerse y palpar la Presencia del Cristo encarnado.